“¿Qué significa ayudar? La ayuda es un arte. Como todo arte, requiere una destreza que se puede aprender y ejercitar. También requiere empatía con la persona que viene en busca de ayuda” – Bert Hellinger. 

Los niños y niñas empáticos son más asertivos a la hora de tomar decisiones, logran desarrollar una mejor capacidad para expresar sus emociones y fortalecen constantemente su autoimagen, sintiéndose más seguro de sí mismos. El hecho de observar la realidad no solo desde su mismidad (desde el interior) sino desde afuera los convierte en niños y niñas más hábiles a la hora de observar y tener una escucha activa.

Ahora bien ¿qué es la empatía? pues es aquella capacidad de “ponerse en el lugar del otro”, es lograr entender, haciendo lectura de las emociones y los sentimientos de un otro que siente alegría, rabia, decepción, tristeza, miedo, angustia y en general, cualquier emoción o sentimiento que toque nuestro lado más humano.

Es importante resaltar dos elementos cuando de empatía estamos hablando, estos son: la observación y la escucha. Cuando enseñamos a los niños no sólo a leer cuentos, sino a ser críticos, a leer la realidad en sí misma y por sí mismos, fomentamos en ellos la capacidad de observación. Ahora bien, cuando a través del ejemplo ellos perciben que los adultos los escuchamos, los comprendemos y en un acto profundo de amor les enseñamos que hay silencios con sentido y que como diría el adagio popular escuchando se aprende dos veces, entonces comprenderán que es un ejercicio introspectivo e interesante. Recordemos que la observación y la escucha son aspectos íntimamente ligados a la inteligencia emocional. 

La empatía es llamada “el valor de los sabios” y “valor de los valores”. En la primera infancia (de los 0 a los 8 años) es dónde los niños pueden adquirir esta capacidad. Por último, he de hacer énfasis en que los niños aprenden más de nuestro ejemplo que en ocasiones de nuestras palabras. Es por esto que termino con la invitación a escuchar a los niños, a tener una actitud dispuesta y atenta con ellos, a tener en cuenta sus opiniones y a fomentar en ellos el servicio, pues de esta manera podremos hacer que los niños, niñas y adolescentes sean empáticos con los demás. 

Andrés Felipe Flórez Ramírez
Psicólogo social

andresflorez23@hotmail.com

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