CAMBIO CLIMÁTICO: IMPACTO EN LA INFANCIA
Quizá el término cambio climático suene como algo ajeno, ignoto, desconocido, que solamente le pasa a personas de otras partes lejanas del mundo; mucho más extraño suena, cómo es que aquello tan raro podría afectar a los niños, niñas y adolescentes de todo el mundo. Este artículo, buscará responder a esta última pregunta, así como acercar al campo de lo conocido, aquél concepto tan lejano.
Para empezar, se puede definir el cambio climático, como el cambio interno del sistema climático, o de la interacción entre sus componentes, o cambios forzados externos, debido a causas naturales o actividades humanas (IPCC, 2021), lo cual genera toda una serie de consecuencias adversas en todo el planeta tierra, que también se nombran como riesgos, perturbaciones y tensiones climáticos y ambientales 1 . Lo anterior, quiere decir inundaciones fluviales, lluvias cada vez más intensas, olas
de calor, escasez de agua, ciclones, contaminación atmosférica, inundaciones costeras, contaminación por plomo, enfermedades de transmisión vectorial (dengue, malaria, por ejemplo), reducción de la vida salvaje 2 , extinción de especies animales, incendios forestales, derretimiento de los polos, incremento de la temperatura media de la tierra 3 , entre otras muchas consecuencias. Los
ejemplos abundan en todo el mundo, en diversas regiones y contextos, afectando a millones de personas, incluyendo los habitantes de Latinoamérica y, por supuesto, a usted que lee este texto. “Estamos al borde del precipicio. La humanidad está en alerta roja” 4 , dijo el año pasado el Secretario General de la ONU. ¿Cómo es que pasa todo eso? La principal causa es antropogénica, es
decir, generado por la actividad humana en la tierra 5 . Especialmente por la emisión de Gases de Efecto Invernadero en la atmósfera, tales como el dióxido de carbono (CO2) entre otros como el metano (CH4) 6 que se producen por la indiscriminad tala de árboles, el uso de combustibles fósiles (carbón, gas, petróleo) como fuente de energía para diversas actividades de los seres humanos.
¿Y dónde quedan los niños, niñas y adolescentes en ese panorama? Según el informe Índice de Riesgo Climático para la Infancia (UNICEF, 2021), alrededor de 1.000 millones de NNA (casi la mitad de la población infantil a escala mundial) viven actualmente en riesgo extremadamente alto como consecuencia de los efectos del cambio climático, generando así entornos en los cuales es bastante difícil que niños y niñas puedan jugar, vivir, respirar y tener un desarrollo adecuado. Sumado a esto, la falta de acceso a servicios esenciales de salud, nutrición, educación y servicios sociales de protección, hacen especialmente vulnerable a la población infantil; también porque físicamente tienen menos capacidad de sobrevivir a las referenciadas perturbaciones, riesgos y tensiones climático-ambientales.
Con lo anterior en mente, será necesario resaltar que esos múltiples efectos adversos, ponen en un altísimo riesgo los derechos de los niños, niñas y adolescentes, tal como se establecieron en la CDN para la gran mayoría de países del mundo, así como en la ley 1098 de 2006 en Colombia. Este último país ocupa el puesto número 62 en la tabla del Índice de Riesgo Climático para la Infancia, lo cual ubica a la infancia del territorio nacional en un panorama bastante desalentador respecto a los efectos climáticos que se esperan para las próximas décadas del siglo XXI.
Por todo lo dicho, queda claro que la infancia del mundo está en riesgo, especialmente en aquellos países con mayores problemáticas socioeconómicas, conflictos políticos, y mayor desventaja respecto a otros. Y entonces ¿no hay esperanza?
Siempre habrá esperanza. Sin embargo, depende que las voluntades políticas de los países más poderosos del mundo, cumplan con los acuerdos que han establecido, como el más reciente que se realizó el año pasado en la COP26 en Glasgow. También se necesita educación global en habilidades y competencias ecológicas para NNA de todo el mundo, así como que los adultos cuidadores (as)
conozcan y se informen, reconociendo cuáles son los escenarios que esperan a la humanidad el día de mañana, si no se hace nada el día de hoy. Reciclar, separar residuos, sembrar árboles, son acciones que todos y todas pueden empezar a implementar en la actualidad y que también toman relevancia para evitar una catástrofe en el futuro cercano.
No pueden existir crianzas humanizadas, ni derechos infantiles, ni buenos tratos hacia la infancia, si no existe un planeta tierra donde se pueda vivir, respirar y crecer armónicamente. Para poder contribuir en la construcción de entornos protectores y seguros para la niñez y la adolescencia del mundo, primero se debe garantizar que permanezca el equilibrio natural de la tierra, el cual ha existido por miles de millones de años, y el cual en la actualidad corre un serio peligro de perder esa armonía para siempre.
Comprometerse con el cuidado y protección de la infancia, también significa responsabilizarse del cuidado y protección del planeta tierra.
La crisis climática es una crisis de los derechos de la infancia: Presentación del Índice de Riesgo Climático de
la Infancia. Nueva York: Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), 2021.
2 La vida salvaje del mundo se ha reducido en 60% en los últimos 50 años.
3 Desde 1850-1900, hasta 2006-2015, la temperatura media del aire en la superficie terrestre aumentó en
1,53°C (IPCC, 2021).
4 Antonio Guterres
5 El último informe del Grupo Intergubernamental de expertos para el Cambio Climático, del 2021, afirma
que “el papel dominante de los seres humanos en el impulso del cambio climático reciente, es claro”.
6 IPCC, 2021: Summary for Policymakers. In: Climate Change 2021: The Physical Science Basis. Contribution
of Working Group I to the Sixth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change
[Masson-Delmotte, V., P. Zhai, A. Pirani, S.L. Connors, C. Péan, S. Berger, N. Caud, Y. Chen, L. Goldfarb, M.I.
Gomis, M. Huang, K. Leitzell, E. Lonnoy, J.B.R. Matthews, T.K. Maycock, T. Waterfield, O. Yelekçi, R. Yu, and
B. Zhou (eds.)]. In Press.
7 Convención sobre los Derechos del niño, de 1989.
8La crisis climática es una crisis de los derechos de la infancia: Presentación del Índice de Riesgo Climático de la Infancia. Nueva York: Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), 2021.
9 Paradójicamente los 33 países de riesgo extremadamente alto para la infancia, solo emiten colectivamente el 9% de las emisiones de CO2. Por otro lado, los 10 países (países desarrollados) que más emiten representan en conjunto el 70% de las emisiones, siendo los territorios con menor riesgo para los NNA por el cambio climático.
Nombre: Adrián Echeverry Gómez
Profesión: Psicólogo profesional
Correo electrónico: adr.psicologoeg@gmail.com